La nostalgia es para mí, un hilo que se rompe en el extremo más fuerte.
Es como una ola: La cresta curvilínea, su ondulada petulancia se levanta, se enrolla... y se estrella. El consuelo final: Espuma.
Es el concepto de una uva escogida ovulando cosechas en: Sauvignon, en Chardonnay o Merlot. Final: El cáliz, el sacerdote y el trago.
Es la herida consagrada, con la ponzoña del amor y el apego. Es esa abertura que deja en el alma en proporción ilimitada por donde se escapan: La pasión, la ira y la impotencia.
Es el campanario sin péndulo donde repica una nota exquisita de dolor. Es el rocío etéreo disfrazado de lágrima que cae sin festejos, por madrugadas lánguidas y heridas. -Que cae porque es tiempo de recordar-
Es tiempo de amilanarse al espectro furtivo del amor. Al índice de la soga y del epitafio, al extremo del sepelio; la oda de los cuchillos, la navajas y de las balas. Es tiempo de romper en mil pedazos el corazón y los poemas, las fotografías del matrimonio, lo cursi del sollozo. El epílogo de la historia. Y consagrarlo en un suicidio.
-Es la sangre de hombría que se coagula por ventrículos de desamor- *(O es la ineficacia afectiva del perro. - Por eso solo tendrá concubinas?-)*
La nostalgia para mi tiene dos componentes: la cicuta y la vasija. Más no se bebe por nostalgia, si no porque la nostalgia nos hace líquido y trizas. -Y como algunos tenemos instintos caníbales. " Nos mordemos el alma y nos bebemos el llanto"-
*Benditos los irracionales que no tienen alma, si no... hubiese un diluvio perémne de nostalgias y una mortandad de perros.* La nostalgia es para mí: Un hilo que se rompe en el extremo más fuerte...
Avanza la noche callan las piedras a su paso agazapada va es cómplice el viento es mudo el polvo es cemento desde esta noche... …y es la más negra de las noches y es que se va con el río se llevan la piedra y hasta dicen que ha perdido ya su nombre tras la mirada oculta de una niña en silencio van eclipsando sonrisas en su afán no es más luz, ella dejó de existir. El ronquido de la noche es gruesa gota de rocío un tambor a lo lejos anuncia su muerte y entre fieras han plagiado su estertor el búho no sabe más de cantos sus últimos y jóvenes graznidos fueron de las tinieblas su tapiz.
Amhí va por vez nona estertor tras estertor al olvido mientras su esencia tamboril extraño no hay piedra o camino que no haya desandado y hasta es inútil el pedido de su aorta que lanza su quejido que no tiene eco ni sonido hoy sólo ha pedido un murase* al cieno.
hombres de azul rondando moscas emergiendo en pájaros de barro mientras observas el tiempo perdido de Lutero creces en teorías euclidianas para ser negros asbestos para ser sombras de un respiro agorero o un desierto en viernes conjurados de mirarte te miro y sin embargo sigues siendo niebla utopía en pésames de esquirlas.
II
azul hombre de águilas fluyes en paraísos soñados detrás de carrozas de papel descalzado de alegrías como rosa prendida en una espina para dar besos en bocas sin alientos y en el ultimo recodo para ser remiendo de molinos polvorientos de rotos espejos queriendo ser mi patria de ausencias pero no hay nada más que una mano en señal de adiós accidente de sonrisas al viento huracanado creciendo en la higuera.
III
hombres sin color sin sueños sin caminos ay hombres, hombres… que suben al monte para ver su pasado y…a ver si alcanzas a amarrarte los pasadores de tus pies descalzos.
IV
y vendrás a tomar de tu pan a comer de su alforja escarbando la tierra el fuego y la piedra fría y vendrás rompiendo llantos abriendo universos apagando vacíos rompiendo ventanas en un trato cuyo pacto será fortunas de almas diezmadas en donde no quepa más razones que un caño abierto para mi sueño herido hasta el morir anestésico
V
y vendrás hombre de azul lazando a un camello borrando las huellas soplando el viento para que no corra más todavía y entre escaleras rondando moscas emergerás en pájaros de barros en carteles mientras observas el tiempo perdido de Zaratustra creciendo en teorías darwinianas para ser razones utópicas en ciernes para ser sombras de un respiro agorero o su desierto en viernes conjurados.
VI de mirarte te miro y sin embargo sigues siendo fantasma utopía en pésames de escafandras azul hombre de serpientes fluyes en limbos anacoretas detrás de almas en el purgatorio calzado de llantos clavel herido por tu mano cascabeles e hipopótamos dormidos nombrando sus lenguas ignotas.
VII
dormirás enredado a ti intentando mimetizarte en tu pasado deshojando miradas para hallar en cada pétalo de tu iris caminos zurcidos a cataratas así no entiendas que las penas se zurcen de lado a lado y encallando siluetas al amanecer en tu última estación tu planeta germinara para ser genealogías diluyendo tu luz en existencias aliñadas y bifurcando su redondez serás recta otra vez.
VIII
otra vez, desembarcando sospechas y en desusados bordes maniatados tus pensamientos postergarás tu moneda agitando recuerdos ay, hombre de azul que amarillo color tienen tus pasos y atezado de vaivenes irás tras la caza de caminos como el eco abriendo un libro prohibido en el desierto soplando tu dinastía porque eres piedra de hogueras sólo allí lamerás hasta la sombra para que no quede nada de ti en el sendero y bordando tu talle signaras a mi tierra tus frutos.
IX
y mi fruto gritará sus días esperanzado de ayeres sin sentir su pesada cruz en manos sin oír sus ecos en voz tus bosques en argamasa surtirán el sueño de pieles de leyes y misterios mucho que hacer pastar peces cazar alondras porque de ti no aprenderé sino el brillo en mis labios surcando en tu gesto y aprendiendo tu azul sueño velaré tu piel en esta existencia para ser 21 gramos otra vez.
X
otra vez volarás para traerme en tu llano en tu desierto en tu cumbre arrancando la leña ovillando mi cabellera en señal de un vuelo que a mi diestra ha posesionado sus ojos y para que no sufras más todavía fumaré un cigarro para ser garabato en un cometín surcando el horizonte para no perderme en tu capa de piel perfume de tu sexo.
XI
hombre, sumado a tu eslabón irás disculpando momentos y destinos en alegrías repletas de bosques y misterios de irisadas bandadas de palomas dominados por el arañazo de tus ojos surtiendo destinos a granel porque te has hecho desiertos por eso miraré a través de tus venas para hallar el cincel de mis olvidos a tu piel detenida en tu amanecer que espera su sentencia última.
XII
última sentencia de amar su redondez en sus iris abarrotados de espumas urdimbres de promesas himnos de Agamenón vetustos caminos de caballos cascos y crines y en ésta que es la hora última de tus desvelos y vestiduras no más habrán sonrisas que estrenar ni encajen en tu plumaje y cabellera de musgos sólo estará la espada a la diestra cubierta de negras mariposas enredadas a tu olvido sánscrito para darte tu último adiós en réquiem cantando con Penélopes y Aquiles.
Al abrirse el portón un alud de balaceras se arroja contra el terror; y no me avergüenzo del ardiente arroyo de orina que por mi pierna serpentea: sigo vivo.
2.- PRIMERAS BAJAS
Los quejidos del acero y los gemidos de los guerreros se agolpan en mis tímpanos empujados por los bramidos de las espumosas explosiones.
Inconexos se agitan sonido y vista.
Oigo, tras los acechantes silbidos, cómo van cayendo mis compañeros. Pero no los escucho.
Veo, a los lados y enfrente, detrás de mí incluso, el desplomarse de los cuerpos, el horror de los ojos, la doliente sorpresa del impacto. No los miro.
3.- DESPERTAR
Me descubro vivo en cada latido: no sé qué suerte, qué mano del destino me proteje.
Tengo que correr, que nada es eterno.
El mar, neutral testigo del sanguinario instante, contra las costillas bate.
Y corro. No es obstáculo el agua: aguijoneado por el pánico, contra los proyectiles corro.
4.- SÓLO YO
Aflora el egoísmo en su absoluto poder de supervivencia.
Ya se desvanezca el cosmos ya sea engullido por un famélico diablo...
Abro las aguas con las neuronas y las uñas. Destejo las moléculas de hidrógeno y oxígeno a mi paso de vida.
Me reclama Joselyn desde la orilla: inmerso en este infierno de espectros, en esta dantesca siega de primaveras, orgía de las güadañas asesinas, la ternura de Joselyn es mi guía.
Cada milésima -es también una guerra contra el tiempo de uno- puede llamarse muerte.
Ahora los otros seres me son ajenos; ya pueden desaparecer o necesitarme, es indiferente el motivo por que se lucha: sólo importo yo y todo mi yo se afana en seguir siendo yo. En la lucha contra la muerte, durante la batalla, el egoísmo es el arma, la punta de la salvación.
5.- A CUBIERTO
Siglo tras siglo las incansables mareas erosionaron las aristas y el vértigo de los acantilados para crear la playa... para mí es sólo un montículo donde acaba este mar de desamparo, salvador promontorio de minúsculas lentejuelas de granito y cuarzo donde me espera el existir.
Como un meteoro me despeño sobre él. Caigo aplastado por las gravedades de Júpiter y el Sol. Aterrizo de plano, la boca abierta: no imaginé jamás que me alegraría con tanta pureza y humildad de masticar arena.
6.- EL HORROR
Parece que di la vuelta al mundo corriendo. Parece mi corazón un volcán a punto de estallar. Parece que los músculos hubieran mudado a huesos...
Mis poros, como un embalse que desagua, sangran mares de sudor...
Y tiemblo, sin aire. Hasta el alma tirita de miedo en este desenfreno de obuses y metralla.
No deseo abrir los ojos... pero los abro. Bajo las olas de arena la realidad palidece entre el humo empecinado. Donde apenas dos colores resaltan: la sangre y el fuego.
Esa tarde, la mata de sábila cayó, del dintel de la puerta, en el piso; comenzó a destilar un líquido bilioso. La abuela palideció, sus facciones se crisparon preocupantes como si aquello fuera símbolo de una desgracia. ¿Agüeros? Se sobresaltó; sintió esa voz y recordó a la vecina Eulalia, a ella también se le había caído su mata… y lo mismo le pasó a doña Petra la semana anterior. A la primera, el marido se le accidentó en el trabajo, a los dos días del funesto acontecimiento. Y a la otrael negocio comenzó a quebrársele, nadie le compraba ni nadie le pagaba.
“Qué me iría a pasar a mí”, pensaba la abuela, rascándose la cabeza. Toda la noche la invadió una terrible preocupación, las pesadillas se turnaban sin descanso hasta la llegada de la madrugada. Sin embargo, estaba segura: ser viuda y no tener negocio alguno… pero le temía a la muerte. Entonces, decidió ir temprano, sin rodeo, a la casa de un indio que vivía en el barrio San Isidro, rodeado de siete gatos negros y un olor a brebaje emparentado con el sudor en el ambiente de un cuarto.
Al llegar la casa estaba llena de caras largas y compungidas; aquello daba la impresión de ser una de las antesalas del purgatorio. Ella tenía que esperar su turno, pero eso no le preocupó… si lograba averiguar lo sucedido saldría de allí satisfecha, se dijo, con los nervios en su lugar, dispuesta a seguir dando la batalla. Pero la cabeza le daba vueltas. En barajaba nombres como si estos fueran naipes. Intentaba recordar los agravios y males cometidos, sin justificar lo ocurrido por aquellos. El nieto la veía, por ratos, hundirse en sus cavilaciones, mientras él seguía jugando, entre las bancas, con sus bolitas de uñitas.
Al fin… le correspondió su turno. Entró. Al trasponer la puerta chocó su nariz con olores acres a hierbas, brebajes y sudor.Su mirada se posó en la imponencia del indio alumbrada por la luz lacia de tres candelabros y la sombra gigante proyectada en una de las paredes mugrienta y escarchada. Los gatos… esos animales misteriosos, saltaban de un lugar a otro, sin control, pasando de las sillas a la mesa y viceversa, armando un estropicio; esas criaturas no se estabanquietas, siempre intranquilas, husmeando, como celosos guardianes, cada rincón del cuarto.
Afuera se sentía la brisa de marzo azotar las paredes, y adentro seguían las llamas de los candelabros como sin nada ocurriera. De vez en cuando, se filtraba el ruido de la calle, delos autos y la música delas cantinas alusivas al carnaval. Los ruidos iban y venían, se agolpaban en los rincones y hacían más misterioso el lugar. El indio se puso de píe y caminó hacía la abuela, la tomó de las manos y lanzó un grito que acalló todos los ruidos. Los gatos saltaron y se posaron a sus píes, y las velas de los candelabros se avivaron aún más.
El nieto recordaba: “No era la primera vez que la vieja me traía a estas cosas… pero siempre, Yo hallaba algo nuevo y extraño, era un mundo muy misterioso para mí. Yo me entretenía jugando con mis bolitas de uñitas hasta la hora de entrar ala consulta; era mi rutina. Y luego partíamos, yo preguntándole acerca de las cosas que veíay ella regañándome, dándome de vez en cuando mis coscorrones.”
Allí le mostrarían, en un vaso con agua, el rostro de su enemiga o enemigo tal vez riéndose… Al salir, no podía creer lo que sus ojos habían visto; cómo sospechar de esa señora, si era como si fuera su hermana, además era como alma de Dios. Mas el indio se lo había dicho… yno sólo eso… le había mostrado el rostro… entonces por qué no creerlo. Y pensó: “En esta vida no hay que fiarse de nadie”. Y cargada de hierba y brebajes, dispuesta a seguir ciegamente las instrucciones del indio, se enrumbó hacia la casa llevando de la mano al nieto que sorprendido le preguntaba por esto y por aquello… temeroso de la reacción de la abuela.
A los ocho días, la abuela volvió llevando todo lo que el misterioso hombre le había pedido. Para ello, le tocó vender hasta la última prenda que había heredado de la abuela Encarna. Y salió de nuevo cargada de frascos con líquidos ambarinos y hierbas verdes y secas, con una sonrisa maléfica en su rostro… que hasta me causo curiosidad la forma como, cada día,la vieja se iba pareciendo a uno de los gatos del indio.
El nieto recordaba: “Llegaba a la casa y se encerraba en un cuarto y comenzaba a saltar de una silla a la mesa, y de ésta a la butaca, se asemejaba a una pantera herida. Nunca me dejó entrar y presenciar su ritual; pero yo me las ingeniaba para observarla por una rendija, que cuidadosamente, descubrí en la puerta. Así pasó un mes. No volvimos más al barrio San Isidro, ni la escuche hablar del brujo, ni de su mata de sábila, mucho menos de los gatos… Ese día, cuando volvió a mencionarme el tema, hasta a mí se me había olvidado que la vecina Eulalia tenía más de un mes de muerta; y todos los vecinos, con mirada acusadora, observaban a la abuela, cuando los dos nos sentábamos de tarde en tarde a esperar que llegara mi madre del trabajo. Ella simplemente me dijo: “-Ese maldito indio nos estafó a todos, ese no fue el rostro que me mostró, pero yo si tenía mis sospechas sobre esa vieja cancleca”. Ysoltó una terrible y estruendosa carcajada de satisfacción. Así quería justificar su maquiavélica equivocación. Pobre abuela. Hoy está recluida en un manicomio”.
El nieto guardó la fotografía de la abuela en el fondo del baúl. La madre entró al cuarto llevando en sus manos una brillante herradura que había comprado en el mercado para colgarla detrás de la puerta de la calle, porque alguien le había dicho que era sinónimo de buena suerte. El miró a la madre con desconfianza y salió rápidamente del cuarto donde la vieja guardaba sus secretos.
Tomado del Tomo I de la Antología de Cuentos “Mi Amigo El Cuento”
El manto de la noche caerá iluminado sobre tu cabeza las sombras se apoderaran de todos tus sueños vestida de pieles la veras sonreír frente a tus ojos Antes fue enigma de mares lascivos y tú el único dueño
Rizos de mieles, fresa carnosa, ave hoy sin plumas Libre luce el vestido ausente posada en tu azul ventana Secretas fueron las formas de su amor y tú el sacerdote Hoy retira rubíes secos de sus ojos y en silencio los velos caen
La prostituta sagrada antes fue virgen, ahora la lloraras sin consuelo ¿Quién lo podría creer? Ni siquiera tú....Que fuiste el primero Cuando entre íncubos y súcubos sea por otros profanada Tú fuiste entre sus alas arrebato de amor en su cielo
Sabías bien que era integra, tú la obsequiaste a los extranjeros Radiante, confiada y sensual su rostro te miro por la ventana La acariciaste extasiado, sorprendido por la bella luz que irradiaba Tocaste su rostro dulcemente, te enredaste complacido en sus cabellos
Tú fuiste siempre la nieve y ella quién te encendió la flama Hoy la Diosa esta triste ,luciéndose de pieles en la ventana Esta noche será sacrificada al amor mientras tus ojos la miran Sobre los maderos casi curvados la disfrutaran bebiendo deseos
Frente a los celos que matan revelará secretos sin pausas Tú que la bebiste y la comiste, sabes que son muchas las glorias de sus encantos Tú que la gozaste toda hasta que cantaran conciertos sus huesos Dime ahora, que lo mismo te da su vida... que su húmeda sepultura
Preguntarás aturdido antes del sacrificio ¿Dónde se servirá el coñac? Te llevaste tú, un legítimo lugar en la conciencia del universo La condenaste al infierno, pero si en el vive... desde hace mucho tiempo Sin corazón, ¿Qué más da? Quien haga suyo el envase o las esencias de almendros
Cuando tus cantos son para ella a otra otorgas los créditos Ahora la veras siempre esperando a los extranjeros, con ambas bocas sonriendo Te comiste su corazón... Regalaste su cuerpo, pero... Te volverás un león salvaje frente a la puerta del templo.... Querrás destrozar todos los muros, romperle las lunas y bien sabes nunca será tu esclava Ángel Negro.
Sentirás hervir la sangre que antes ofrendaste sobre el círculo sagrado cuando los fieles lleguen al templo a rendirle culto a la Gran Diosa Ishtar Entre ocultistas no nos veamos la cara, que entendí tu mensaje Está más claro que el agua...Ayyyyy de aquel que se engañe. ¡Pobre ser ciego!
Dudas acaso que algún obelisco, no se alce dichoso ante su presencia Si se erigieron muchos templos para rendirle ancestral culto Macho Cabrío ¿Quién crees que de los dos gozará más este infierno? Si fue una Sakti la que te vistió el húmedo hueso de placeres extremos
Furia de tormentas, suave fuerza del sol matinal, astucia del zorro, Poderío del gran oso; todo esto y más puedo llegar a controlar. No esclavizándolos, sino invocando sus fuerzas... fundiéndome en ella Entre la arboleda sagrada la verás danzando desnuda y desearás estar ciego.
Te atormentaran mil escenas, desearás no haber despertado su ira He irás voluntariamente a ella manso como un cordero, caliente y amoroso como un chivato, sin sol ,sin luna ,sin mujer ninguna Estaba escrito... Con el círculo sagrado no se juega... ¡Así sea!
JEM WONG 02.07.05
Los muertos moraremos con los vivos en estrecha compañía asociados unos con otros.Todos los instantes de nuestra existencia recuérdalo en esos planos que hoy no respetas serán dolor para el que rompe sus votos y se verán miles de veces multiplicado en el infierno de tu propia conciencia... Allí... allí te espero... ¡Así sea!
PENSAMIENTOS (Inspirada en la obra de Jorge Murillo Torrico)
árboles que resucitan confección de sentimientos en los brazos de tus ramas el alma se detiene no es un espejismo los campos te hablan costuran delirios con voces karmáticas rostros perdidos en tu follaje duendes recogidos en tus raices en el velo de tu lienzo recojo otros perfiles se contorciona el tronco con la danza de un cuerpo alguien te mira desde adentro otros mundos otras pieles otras animas habitables en los nidos de tus hojas me llaman a amanecer en tu jungla en comunión de versos silenciosos ataviados de tus otras esencias de vida y esqueletos ...de un diario con extrañas criaturas de bosques legendarios con abono de paz y lejania árbol hombre árbol angel árbol sueño en tu tierra profundidad en el enramaje de los placeres de tus pensamientos me hundo en este diálogo buda ermitaño de mis dunas voy al reencuentro conmigo mismo me han crecido hojas ahora pinta mi corazón con otras tintas otros credos que saltan a la vista otras dudas que escalan las alturas mientras el pincel recoge del musgo otras clases de escritura me dice que tengo una costra en el codo de un brazo que estoy arrodillado rezando y pensando que he nacido árbol y te miro y soy yo con todas las estaciones de mis campos