DALIT R. ESCORCIA MARCHENA
SONETO DE REQUIEBROS
I
Abrigo la esperanza de hallar un corazón
Tan noble y tan hermoso como el amor de Dios...
Abrigo la esperanza de dar mi corazón
A aquel ser que me ame como le ama Dios.
Mas todo está sujeto al amor y al dolor,
Mas todo está sujeto a la ley del creador...
Y es brisa de marzo moviendo un ciprés
Y es llanto del poeta ante otro revés...
Abrigo la esperanza de ver aquella luz,
De recoger los frutos de vaga juventud
Y entregar con mis manos triste laxitud,
Hasta encontrar las voces de aquellos como tú
Y si mi fe no alcanza la anhelada esperanza,
Te pediré perdón, ante tu altar, oh, mi gran Señor...
II
Vana es la vida mía
Sin el verso que palpita...
Es tristeza, mal y agonía,
Ansias y dolor que me gravitan.
Sueños son hechos pedazos
De música que altiva duerme.
Voy prendido de mis fracasos
Mientras el reír y el llorar vuelven.
Canto, sí, mi desespero...
Arroyuelos de amargura crecen
Y no veo reverdecer mi suelo
Bajo el anchuroso cielo...
Unas golondrinas duermen
Mientras, Yo, subir no puedo.
III
...Ardiente, beso tu boca
Esos labios de rosales.
Y sumerjo mis manos tibias
Hasta palpar tus trigales…
Y de tu piel, sortilegios,
Huellas de luz en los mares.
Vuelan mariposas negras
Hasta el borde de tus carnes...
Y una oruga se desliza
En la sombra larga y suave,
En las oscuras sombras,
Que le sirven de ramajes
A lo salvajes de deseos…
De esa sola e impúdica ave.
Dalit R. Escorcia Marchena.
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